¿Sabes de qué está hecha tu ropa?


¿Sabes de qué está hecha tu ropa?

¿SABES DE QUÉ ESTÁ HECHA TU ROPA?

El vestido es una necesidad básica del ser humano y su evolución a través de la historia refleja la inagotable capacidad creativa del hombre, quien encontró en su entorno natural las materias primas necesarias para suplir su necesidad vital de protegerse contra el frío y las inclemencias del tiempo.
Inicialmente utilizó las pieles de los animales como protección, y luego, buscando mayor comodidad se ingenió la forma de hilar las fibras que le proveía la naturaleza, como la lana, de origen animal o el algodón y el lino, de origen vegetal, para tejer telas y confeccionar con ellas sus prendas de vestir.
A medida que fue imaginando e inventando técnicas más elaboradas para transformar estas fibras naturales y en consecuencia fabricar mejores y más sofisticadas telas, el vestido fue adquiriendo connotaciones estéticas y culturales que llegaron a identificar grandes civilizaciones, como la egipcia y la china con el desarrollo del lino y la seda, y a caracterizar los diferentes períodos históricos de la humanidad a través de la moda.
A mediados del siglo 19 esta tradición textil milenaria, comenzó una nueva etapa en su evolución con  la invención de la primera fibra artificial manufacturada por el hombre en un laboratorio.  La primera patente fue otorgada en Inglaterra en 1855 a un químico de origen Suizo llamado Audemars, y su perfeccionamiento evolucionó hasta que durante la exhibición universal de Paris de 1889, donde se inauguró la torre Eiffel, el Conde Hilaire de Chardonnet presentó al mundo la primera “seda artificial” causando gran sensación entre los asistentes.
A grandes rasgos, la invención de esta “seda artificial”, denominada Rayón, consistía en disolver por medio de procesos químicos la corteza del árbol de morera (alimento del gusano de seda),  para lograr una solución viscosa que se podía inyectar a través de diminutos orificios, con el fin de obtener filamentos de características similares a la seda natural. Estas fibras podían ser hiladas y tejidas para producir una tela con características similares a la seda,  de forma más fácil y económica. Su producción industrial se inició en 1891.
En 1910, la American Viscose Company lanzó su versión del Rayón en Estados Unidos y la comercializó bajo el nombre de Viscosa. Unos años más tarde, en 1924, salió al mercado una segunda tela fabricada con fibras artificiales llamada Acetato, la cual inicialmente fue desarrollada en Boston por Arthur Little,  para fabricar películas de cine y recubrimientos para las alas de los aviones. Al igual que el Rayón, también se obtenía a partir de la transformación química de la celulosa proveniente de la corteza de los árboles. Terminada la primera guerra mundial y entendiendo el potencial comercial de las telas elaboradas a partir de fibras artificiales, la compañía Celanese logró perfeccionar el proceso químico del acetato y producir una tela apta para confeccionar prendas de vestir.
En 1931, el químico norteamericano Wallace Carothers, inventor y director del departamento experimental de química orgánica en los laboratorios de Dupont, marcó otro hito en la historia de la industria textil al desarrollar el Nylon, la primera fibra totalmente sintética obtenida a partir de unas supermoléculas llamadas polímeros, creadas en el laboratorio.
El Polyester y el Acrílico también se sumaron a este naciente mundo de las fibras sintéticas y dando origen a una revolución en la industria textil, que continúa hasta hoy transformando el entorno del hombre, con aplicaciones en todos los campos de la vida diaria e innovaciones tecnológicas asombrosas, que más parecen ciencia ficción, como el desarrollo de telas que cambian de color con la temperatura del cuerpo o que absorben la humedad y permanecen secas.
A pesar de esta larga evolución de la industria textil y su incidencia directa en nuestra calidad de vida, tenemos poca información sobre ella. En muchos casos desconocemos el origen y presentación natural de las fibras que componen las telas con las cuales está hecha nuestra ropa, o es muy común que observemos las etiquetas para conocer las instrucciones de cuidado de nuestras prendas pero no entendamos el significado de su composición textil.
Por ello presentaremos en varias entregas, unas guías con las principales fibras utilizadas para la confección de prendas de vestir, señalando sus ventajas, desventajas y recomendaciones básicas para su cuidado.
En resumen, toda fibra utilizada en la industria textil pertenece a una de dos grandes categorías:
Las fibras naturales de origen vegetal o animal, las cuales no exigen más que una ligera adecuación para ser hiladas y utilizadas como materia textil.
Ejemplos: Vegetales: Algodón, Lino, Kapoc, Yute, Ramina, Cáñamo y Piña. Animales:Lana, Cashemere, Angora, Mohair, Camello, Vicuña y Seda. Las fibras artificiales manufacturadas por el hombre en el laboratorio a partir de materias primas naturales transformadas, como las fibras celulósicas, proteínicas o minerales y las producidas a partir de derivados del petróleo y gas natural. En Vitaclin somos expertos en el cuidado y conservación de aquellas prendas que son especiales para usted y conocemos el manejo más adecuado para cada fibra textil.  Gracias a nuestra larga trayectoria, experiencia y un proceso continuo de mejoramiento podemos ofrecer un servicio de la más alta calidad. Somos una empresa colombiana que ofrece un servicio cómodo, oportuno y seguro, a través de nuestra red de servicio a domicilio o en nuestros puntos de atención en la ciudad de Bogotá. Visite nuestra página web www.vitaclin.com.co para mantenerse informado de nuestras promociones y conocer los servicios que ofrece nuestra plataforma digital.

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